jueves, 20 de agosto de 2009

El cardenal Castrillón, mediador de paz con la guerrilla colombiana.


El cardenal Castrillón, mediador de paz con la guerrilla colombianaConfirma los contactos con exponentes de las FARC.


BOGOTÁ, martes 18 de agosto de 2009 (ZENIT.org).- El cardenal Darío Castrillón Hoyos ha confirmado que ha mantenido contactos de mediación para la paz entre exponentes de la guerrilla y el gobierno colombianos.El prefecto emérito de la Congregación vaticana para el Clero y presidente emérito de la Comisión Pontificia "Ecclesia Dei", señaló que ha tenido contactos telefónicos con Guillermo Sáenz, alias "Alfonso Cano", máximo comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ."Sí he tenido conversaciones telefónicas con Alfonso Cano y con otro (rebelde) de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)", reveló el cardenal Castrillón a periodistas tras mantener un encuentro con el presidente Alvaro Uribe, el 12 de agosto.El cardenal colombiano reveló que uno de los contactos con el jefe del grupo guerrillero tuvo lugar el 29 de abril, días antes de la visita a Roma del presidente Álvaro Uribe.Uribe señaló en abril pasado que los únicos autorizados para establecer contactos con las FARC para concretar la entrega de rehenes en poder de la guerrilla son la Iglesia católica y la Cruz Roja Internacional. Recientemente ha delegado también este encargo en la senadora Piedad Córdoba."Alfonso Cano", máximo jefe de la guerrilla más antigua del continente, declaró el 13 de agosto, en declaraciones por correo electrónico a la revista "Semana", su intención de "buscar salidas políticas al conflicto, independientemente de quien ocupe la presidencia", en alusión a Uribe.Sucesor en la jefatura de las FARC del fallecido Manuel Marulanda, Cano asegura: "Una salida civilizada no puede depender de una persona por poderosa que sea". Pero aclara que, de momento, no se plantean dejar las armas.En el encuentro entre Uribe y el cardenal Castrillón se trataron temas relacionados con la paz, el conflicto interno y la seguridad, según fuentes de la presidencia.

jueves, 13 de agosto de 2009

Los nuevos aspirantes a la vida religiosa en EEUU optan por la Tradición





NewYorkTimes/Luis F. Pérez/InfoCatólica
BUSCAN ÓRDENES DONDE SE LLEVE HÁBITO Y SE OPTE POR LA RELIGIOSIDAD TRADICIONAL
En un estudio recientemente publicado sobre la realidad de las órdenes religiosas en Estados Unidos, se constata que la nueva generación de consagrados a la vida religiosa es de procedencia étnica mucho más diversa y de un planteamiento más conservador en relación a aspectos tales como el uso del hábito y la práctica de la oración. Sin embargo, esa nueva realidad no puede ocultar las cifras del desplome del número de religiosos norteamericanos. El noventa y un por ciento de las monjas y el 75 por ciento de los frailes y sacerdotes son mayores de 60 años, mientras que la mayoría del resto tiene al menos 50.
Todos ellos pertenecen a la generación marcada por el Concilio Vaticano II, que “modernizó” la Iglesia y muchas de sus órdenes religiosas. Muchos monjes y monjas abandonaron sus hábitos, y salieron de sus conventos para trabajar en servicios comunitarios. El estudio confirma lo que se sospechaba desde hace tiempo: que las órdenes religiosas más “modernizadas” son las que atraen a un menor número de miembros.
El estudio ya estaba en vías de desarrollo cuando el Vaticano anunció tanto la Visita Apostólica a las órdenes religiosas femeninas en los Estados Unidos como la investigación doctrinal a la Leadership Conference of Women Religious, que es el grupo bajo el que se asocian la mayor parte de las religiosas norteamericanas.
El nuevo estudio, que ha sido publicado el pasado martes y que ha sido financiado por un donante anónimo, fue llevado a cabo por el Center for Applied Research in the Apostolate de la universidad de Georgetown para la Conferencia Nacional de Vocaciones Religiosas, la cual está buscando la manera de atraer a la vida religiosa a nuevos sacerdotes y monjas.
“Habíamos oído como anécdota que la gente más joven atraída a la vida religiosa era diferente y realmente es así” aseguró la Hna Mary Bendyna, directora ejecutiva del Center for Applied Research in the Apostolate. “Los jóvenes se sienten más atraídos por la forma tradicional de vida religiosa, en la cual hay más vida comunitaria, oración común, Misa conjunta, oración de la Liturgia de las Horas en común, etc. Para ellos la fidelidad a la Iglesia es algo realmente importante. Y están buscando comunidades donde sus miembros lleven el hábito”. De entre los nuevos sacerdotes religiosos y monjas, al menos dos tercios han elegido órdenes donde el uso del hábito es la norma habitual.
Diversidad étnica
El estudio muestra también que mientras que el 94 por ciento de los actuales religiosos es de raza blanca, sólo lo son un 58 por ciento de los novicios.
Según la Hna Bendyna, entre los aspirantes a a vida religiosa, los asiáticos y procedentes de las islas del Pacífico están sobre representados al llegar al 14 por ciento, muy por encima del 3 por ciento que alcanzan entre la población católica de los Estados Unidos.
Los hispanos, que sólo son un 3 por ciento de los miembros actuales en las órdenes religiosas, llegan al 21 por ciento entre los postulantes.
La edad media de los que han profesado recientemente se sitúa en los 32 años para las mujeres y los 30 para los hombres. Sin embargo, la mayor dificultad estriba en conseguir que los aspirantes acaben confirmando su vocación a la vida religiosa. La han abandonado cerca de la mitad de los que entraron en órdenes religiosas desde 1990.
“La gente llega a la vida religiosa porque sientes que están siendo llamados”, afirma el Hno Paul Bednarczyk, director ejecutivo de la Conferencia Nacional de Vocaciones Religiosas, quien añade que el propósito del proceso de formación de la Iglesia es “discernir que existe una verdadera llamada antes de que se lleve a cabo el compromiso”. Así que “no es una sorpresa”, asegura, “que tengas gente que finalmente abandone”.

martes, 14 de julio de 2009

RETIROS ESPIRITUALES


LA FRATERNIDAD SACERDOTAL SAN PEDRO

ANUNCIA


Ejercicios espirituales de San Ignacio

del 10 al 12 de octubre

en La Casa de Retiros La Isabelita (Anolaima - Cundinamarca)


Los ejercicios serán predicados por los sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal San Pedro,
y en esta ocasión se dirigen a mujeres

Se ruega a las personas interesadas nos contacten en la siguiente dirección o teléfono

amartindeporres@hotmail.com

Cel. 312 440 58 70



"Ad maiorem Dei Gloriam"

miércoles, 8 de julio de 2009

AUDIENCIA PAPAL 2009/07/06


Queridos hermanos,



Ayer, 6 de julio, el Santo Padre recibió el Superior General, Padre John Berg, en su biblioteca privada en el Vaticano. El Padre Berg tuvo la oportunidad de hablar en privado con el Santo Padre durante unos 15 minutos acerca de nuestra Fraternidad y darle las gracias por todo lo que ha hecho para nosotros y para la Iglesia. El Santo Padre se sintió alentado de escuchar acerca de la labor realizada en los seminarios y los apostolados de la FSSP. Expresó su esperanza de que la Fraternidad continuará para tratar de establecer un apostolado a tiempo completo con la presencia de los sacerdotes para que pueda haber una completa atención a las almas allí. Benedicto XVI expresó su apoyo e interés en la labor que realizan para capacitar a otros sacerdotes en la Forma Extraordinaria del Rito romano. Finalmente, cuando el Padre Berg le preguntó si había algo que le gustaría de la Fraternidad, el Santo Padre nos pidió simplemente "permanecer siempre fiel". Tras esta reunión, el Santo Padre saludó a los fundadores de la Fraternidad de San Pedro que habían llegado para la ocasión e impartió su bendición sobre ellos y todos los miembros de la FSSP. La reunión tuvo lugar precisamente en el 21 aniversario de la audiencia de los Fundadores con Juan Pablo II en el Palacio Apostólico. La Fraternidad de San Pedro agradece al Santo Padre por la concesión de este honor.

MULTOS ad annos!

En Christo P. Arnaud Evrat Secretario General FSSP

martes, 16 de junio de 2009

Recuperar el tiempo perdido.


Un día de balance. Nuestro tiempo es breve. Es parte muy importante de la herencia recibida de Dios.— Actos de contrición por nuestros errores y pecados cometidos en este primer semestre que termina. Acciones de gracias por los muchos beneficios recibidos.— Propósitos para el que comienza.

I. Hoy, es un buen momento para hacer balance del semestre que ha pasado y propósitos para el que comienza. Buena oportunidad para pedir perdón por lo que no hicimos, por el amor que faltó; buena ocasión para dar gracias por todos los beneficios del Señor.La Iglesia nos recuerda que somos peregrinos. Ella misma está «presente en el mundo y, sin embargo, es peregrina». Se dirige hacia su Señor «peregrinando entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios».Nuestra vida es también un camino lleno de tribulaciones y de «consuelos de Dios». Tenemos una vida en el tiempo, en la cual nos encontramos ahora, y otra más allá del tiempo, en la eternidad, hacia la cual se dirige nuestra peregrinación. El tiempo de cada uno es una parte importante de la herencia recibida de Dios; es la distancia que nos separa de ese momento en el que nos presentaremos ante nuestro Señor con las manos llenas o vacías. Solo ahora, aquí, en esta vida, podemos merecer para la otra. En realidad, cada día nuestro es «un tiempo» que Dios nos regala para llenarlo de amor a Él, de caridad con quienes nos rodean, de trabajo bien hecho, de ejercitar las virtudes..., de obras agradables a los ojos de Dios. Ahora es el momento de hacer el «tesoro que no envejece». Este es, para cada uno, el tiempo propicio, este es el día de la salud. Pasado este tiempo, ya no habrá otro. El tiempo del que cada uno de nosotros dispone es corto, pero suficiente para decirle a Dios que le amamos y para dejar terminada la obra que el Señor nos haya encargado a cada uno. Por eso nos advierte San Pablo: andad con prudencia, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, pues pronto viene la noche, cuando ya nadie puede trabajar. «Verdaderamente es corto nuestro tiempo para amar, para dar, para desagraviar. No es justo, por tanto, que lo malgastemos, ni que tiremos ese tesoro irresponsablemente por la ventana: no podemos desbaratar esta etapa del mundo que Dios confía a cada uno».San Pablo, considerando la brevedad de nuestro paso por la tierra y la insignificancia que tienen las cosas en sí mismas, dice: pasa la sombra de este mundo. Esta vida, en comparación de la que nos espera, es como su sombra.La brevedad del tiempo es una llamada continua a sacarle el máximo rendimiento de cara a Dios. Hoy, en nuestra oración, podríamos preguntarnos si Dios está contento con la forma en que hemos vivido el año que ha pasado. Si ha sido bien aprovechado o, por el contrario, ha sido un año de ocasiones perdidas en el trabajo, en el apostolado, en la vida de familia; si hemos abandonado con frecuencia la Cruz, porque nos hemos quejado con facilidad al encontrarnos con la contradicción y con lo inesperado.Cada año que pasa es una llamada para santificar nuestra vida ordinaria y un aviso de que estamos un poco más cerca del momento definitivo con Dios.No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desfallecemos. Por consiguiente, mientras hay tiempo hagamos el bien a todos.

II. Al hacer examen es fácil que encontremos, en este semestre que termina, omisiones en la caridad, escasa laboriosidad en el trabajo profesional, mediocridad espiritual aceptada, poca limosna, egoísmo, vanidad, faltas de mortificación en las comidas, gracias del Espíritu Santo no correspondidas, intemperancia, malhumor, mal carácter, distracciones más o menos voluntarias en nuestras prácticas de piedad... Son innumerables los motivos para terminar el año pidiendo perdón al Señor, haciendo actos de contrición y de desagravio. Miramos cada uno de los días del año y «cada día hemos de pedir perdón, porque cada día hemos ofendido». Ni un solo día se escapa a esta realidad: han sido muchas nuestras faltas y nuestros errores. Sin embargo, son incomparablemente mayores los motivos de agradecimiento, en lo humano y en lo sobrenatural. Son incontables las mociones del Espíritu Santo, las gracias recibidas en el sacramento de la Penitencia y en la Comunión eucarística, los cuidados de nuestro Ángel Custodio, los méritos alcanzados al ofrecer nuestro trabajo o nuestro dolor por los demás, las numerosas ayudas que de otros hemos recibido. No importa que de esta realidad solo percibamos ahora una parte muy pequeña. Demos gracias a Dios por todos los beneficios recibidos durante el año.«Es menester sacar fuerzas de nuevo para servir y procurar no ser ingratos, porque con esa condición las da el Señor; que si no usamos bien del tesoro y del gran estado en que nos pone, nos lo tornará a tomar y nos quedaremos muy más pobres, y dará Su Majestad las joyas a quien luzca y aproveche con ellas a sí y a los otros. Pues, ¿cómo aprovechará y gastará con largueza el que no entiende que está rico? Es imposible, conforme a nuestra naturaleza, a mi parecer, tener ánimo para cosas grandes quien no entiende está favorecido de Dios, porque somos tan miserables y tan inclinados a cosas de tierra, que mal podrá aborrecer todo lo de acá de hecho con gran desasimiento, quien no entiende tiene alguna prenda de lo de allá».Terminar el año pidiendo perdón por tantas faltas de correspondencia a la gracia, por tantas veces como Jesús se puso a nuestro lado y no hicimos nada por verle y le dejamos pasar; a la vez, terminar el año agradeciendo al Señor la gran misericordia que ha tenido con nosotros y los innumerables beneficios, muchos de ellos desconocidos por nosotros mismos, que nos ha dado el Señor.Y junto a la contrición y el agradecimiento, el propósito de amar a Dios y de luchar por adquirir las virtudes y desarraigar nuestros defectos, como si fuera el último año que el Señor nos concede.

III. En estos últimos meses del año nos desearemos unos a otros que tengamos un buen resto de año. Un número parecido de personas nos desearán a nosotros lo mismo, y les daremos las gracias. En pocas palabras, que no experimentéis ningún contratiempo».Es bueno desear estos bienes humanos para nosotros y para los demás, si no nos separan de nuestro fin último. El año nuevo nos traerá, en proporciones desconocidas, alegrías y contrariedades. Un año bueno, para un cristiano, es aquel en el que unas y otras nos han servido para amar un poco más a Dios. Un año bueno, para un cristiano, no es aquel que viene cargado, en el supuesto de que fuera posible, de una felicidad natural al margen de Dios. Un año bueno es aquel en el que hemos servido mejor a Dios y a los demás, aunque en el plano humano haya sido un completo desastre. Puede ser, por ejemplo, un buen año aquel en el que apareció la grave enfermedad, tantos años latente y desconocida, si supimos santificarnos con ella y santificar a quienes estaban a nuestro alrededor. Cualquier año puede ser «el mejor año» si aprovechamos las gracias que Dios nos tiene reservadas y que pueden convertir en bien la mayor de las desgracias. No desperdiciemos ni un solo día. Y cuando llegue la caída, el error o el desánimo, recomenzar enseguida. En muchas ocasiones, a través del sacramento de la Penitencia.¡Que tengamos todos «un buen resto de año»! Que podamos presentarnos delante del Señor, una vez concluido, con las manos llenas de horas de trabajo ofrecidas a Dios, apostolado con nuestros amigos, incontables muestras de caridad con quienes nos rodean, muchos pequeños vencimientos, encuentros irrepetibles en la Comunión...Hagamos el propósito de convertir las derrotas en victorias, acudiendo al Señor y recomenzando de nuevo.Pidamos a la Virgen la gracia de vivir este año que comienza luchando como si fuera el último que el Señor nos concede.

martes, 2 de junio de 2009

"Vení, Créator Spíritus, mentes tuórum vísita, imple superna
grátia quae tu creásti, péctora."

El amor infinito del Espíritu Santo no nos abandona

CIUDAD DEL VATICANO, 31 MAY 2009 (VIS).
-A las 9,30 de hoy, Domingo de Pentecostés, el Santo Padre celebró en la Basílica Vaticana la misa de la solemnidad. La Orquesta de Cámara de Colonia y el Coro de la Catedral de esta ciudad interpretaron la última de las misas compuestas por Haydn, de quien este año se conmemora el bicentenario de su muerte.
En la homilía, el Papa habló de los signos de Pentecostés, que rememora la llegada del Espíritu Santo sobre María y los apóstoles en el Cenáculo de Jerusalén en forma de "viento impetuoso" y "lenguas de fuego".
Benedicto XVI afirmó que "el Espíritu Santo supone, para la vida espiritual, lo mismo que el aire para la vida biológica, y del mismo modo que existe una contaminación atmosférica que envenena el ambiente y los seres vivos, existe una contaminación del corazón y del espíritu que envenena la vida espiritual".
Como ejemplo de "productos contaminantes de la mente y el corazón", mencionó "las imágenes que espectacularizan el placer, la violencia o el desprecio del hombre o de la mujer", y subrayó "la importancia de respirar aire puro, ya sea el aire físico con los pulmones, o el aire espiritual con el corazón, el aire saludable del espíritu que es el amor".
Refiriéndose a la imagen del fuego, el Papa señaló que "el ser humano, haciéndose con las energías del cosmos -el "fuego"- parece que se cree como Dios y que quiere transformar el mundo excluyendo, dejando a un lado o incluso rechazando al Creador del universo. El ser humano no quiere ser imagen de Dios, sino de sí mismo; se declara autónomo, libre, adulto".
"En las manos de una persona así -continuó-, el "fuego" y sus enormes potencialidades llegan a ser peligrosas: pueden volverse contra la vida y la misma humanidad, como demuestra, por desgracia, la historia. Como advertencia perenne están las tragedias de Hiroshima y Nagasaki, donde la energía atómica, utilizada para fines bélicos, terminó por sembrar la muerte en proporciones inauditas".
El Santo Padre explicó más adelante que los apóstoles vencieron el miedo cuando recibieron el Espíritu Santo el día de Pentecostés. "No tenían ningún temor -afirmó- porque se sentían en las manos del más fuerte". En este contexto, aseguró que "el Espíritu de Dios, donde entra, aleja el miedo; nos hace conocer y sentir que estamos en las manos de una Omnipotencia de amor: independientemente de lo que suceda, su amor infinito no nos abandona.
"Lo demuestra -terminó- el testimonio de los mártires, la valentía de los confesores de la fe, el empuje intrépido de los misioneros, la franqueza de los predicadores, el ejemplo de todos los santos, algunos incluso adolescentes y niños. Lo demuestra la existencia misma de la Iglesia, que a pesar de los límites y culpas de los seres humanos, sigue atravesando el océano de la historia, impulsada por el soplo de Dios y animada por su fuego purificador".

Benedicto XVI concede indulgencia plenaria con motivo del Año Sacerdotal




VATICANO, 12 May. 09 / 12:05 pm :




El Papa Benedicto XVI concederá a los sacerdotes y fieles la indulgencia plenaria con motivo del Año Sacerdotal que ha convocado desde el 19 de junio de 2009 hasta el 19 de junio de 2010, en el que se honrará de manera especial a San Juan María Vianney, el famoso Cura de Ars y Patrono de los sacerdotes.De acuerdo a lo establecido en el decreto dado a conocer hoy, firmado por el Cardenal James Francis Stafford y Mons. Gianfranco Girotti, respectivamente Penitenciario Mayor y Regente de la Penitenciaría Apostólica, el periodo para lucrar las indulgencias plenarias comenzará con la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, "jornada de santificación sacerdotal" cuando el Papa Benedicto XVI celebre las Vísperas ante las reliquias del santo traídas a Roma por el obispo de Belley-Ars.Las modalidades para obtener las indulgencias son:




"A los sacerdotes, arrepentidos de corazón, que recen cualquier día las laúdes o vísperas ante el Santísimo Sacramento expuesto a la adoración pública o en el sagrario y se ofrezcan a la celebración de los sacramentos, sobre todo de la Confesión, se concederá Indulgencia plenaria aplicable a los hermanos en el sacerdocio difuntos como sufragio, si en conformidad con las disposiciones vigentes se confesarán sacramentalmente, comulgarán y rezarán por las intenciones del Pontífice".




Asimismo, el decreto precisa que "también se concede Indulgencia parcial, siempre aplicable a los hermanos en el sacerdocio difuntos, cada vez que recen oraciones debidamente aprobadas para llevar una vida santa y cumplir los oficios que se les han confiado"."




A los fieles cristianos, arrepentidos de corazón que, en la iglesia o en el oratorio asistan a la Santa Misa y ofrezcan por los sacerdotes de la Iglesia oraciones a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote y cualquier obra buena cumplida se les concede Indulgencia plenaria, siempre que se hayan confesado sacramentalmente y recen por las intenciones del Papa los días en que se abre y se clausura el Año sacerdotal, en el día del 150 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney (4 de agosto de 2009), los primeros jueves del mes o cualquier otro día establecido por los Ordinarios (los obispos) de los lugares para la utilidad de los fieles".


El decreto también señala que "los ancianos, los enfermos y todos aquellos que por motivos legítimos no puedan salir de casa, podrán obtener la Indulgencia plenaria, si con ánimo alejado del pecado y el propósito de cumplir las tres condiciones necesarias apenas les sea posible, en los días indicados rezan por la santificación de los sacerdotes y ofrecen a Dios por medio de María , Reina de los Apóstoles, sus enfermedades y sufrimientos".


Asimismo, se concede la Indulgencia parcial a todos los fieles cada vez que recen cinco Padrenuestros, Ave Marías y Glorias, y otra oración debidamente aprobada "en honor del Sagrado Corazón de Jesús para que los sacerdotes se conserven en pureza y santidad de vida"

Motu Proprio «Summorum Pontificum»


(Motu Proprio: Documento que escribe un Papa Voluntariamente; de propia, libre y espontánea voluntad.)


Disposiciones de Benedicto XVI sobre el uso de la liturgia romana anterior a la reforma de 1970 (Santa Misa según el rito extraordinario, Misa en Latín Tradicional)


CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 8 julio 2007 (
ZENIT.org).- Publicamos la traducción no oficial (del latín al español), distribuida por el VIS (Vatican Information Service), de la Carta Apostólica de Benedicto XVI en forma de «motu proprio» «Summorum Pontificum» sobre el uso de la liturgia romana anterior a la reforma de 1970. El Santo Padre acompañó el sábado, a la publicación del Motu Proprio, la difusión también de su carta a los obispos de todo el mundo, misiva que acompaña y explica las nuevas disposiciones.

* * *[CARTA APOSTÓLICA] [EN FORMA DE MOTU PROPRIO] [BENEDICTO XVI] "Los sumos pontífices hasta nuestros días se preocuparon constantemente porque la Iglesia de Cristo ofreciese a la Divina Majestad un culto digno de "alabanza y gloria de Su nombre" y "del bien de toda su Santa Iglesia"."Desde tiempo inmemorable, como también para el futuro, es necesario mantener el principio según el cual, "cada Iglesia particular debe concordar con la Iglesia universal, no solo en cuanto a la doctrina de la fe y a los signos sacramentales, sino también respecto a los usos universalmente aceptados de la ininterrumpida tradición apostólica, que deben observarse no solo para evitar errores, sino también para transmitir la integridad de la fe, para que la ley de la oración de la Iglesia corresponda a su ley de fe". (1)"Entre los pontífices que tuvieron esa preocupación resalta el nombre de San Gregorio Magno, que hizo todo lo posible para que a los nuevos pueblos de Europa se transmitiera tanto la fe católica como los tesoros del culto y de la cultura acumulados por los romanos en los siglos precedentes. Ordenó que fuera definida y conservada la forma de la sagrada Liturgia, relativa tanto al Sacrificio de la Misa como al Oficio Divino, en el modo en que se celebraba en la Urbe. Promovió con la máxima atención la difusión de los monjes y monjas que, actuando según la regla de San Benito, siempre junto al anuncio del Evangelio ejemplificaron con su vida la saludable máxima de la Regla: "Nada se anticipe a la obra de Dios" (cap.43). De esa forma la Sagrada Liturgia, celebrada según el uso romano, enriqueció no solamente la fe y la piedad, sino también la cultura de muchas poblaciones. Consta efectivamente que la liturgia latina de la Iglesia en sus varias formas, en todos los siglos de la era cristiana, ha impulsado en la vida espiritual a numerosos santos y ha reforzado a tantos pueblos en la virtud de la religión y ha fecundado su piedad"."Muchos otros pontífices romanos, en el transcurso de los siglos, mostraron particular solicitud porque la sacra Liturgia manifestase de la forma más eficaz esta tarea: entre ellos destaca San Pío V, que sostenido de gran celo pastoral, tras la exhortación de Concilio de Trento, renovó todo el culto de la Iglesia, revisó la edición de los libros litúrgicos enmendados y "renovados según la norma de los Padres" y los dio en uso a la Iglesia Latina" ."Entre los libros litúrgicos del Rito romano resalta el Misal Romano, que se desarrolló en la ciudad de Roma, y que, poco a poco, con el transcurso de los siglos, tomó formas que tienen gran semejanza con las vigentes en tiempos más recientes"."Fue éste el objetivo que persiguieron los Pontífices Romanos en el curso de los siguientes siglos, asegurando la actualización o definiendo los ritos y libros litúrgicos, y después, al inicio de este siglo, emprendiendo una reforma general"(2). Así actuaron nuestros predecesores Clemente VIII, Urbano VIII, san Pío X (3), Benedicto XV, Pío XII y el beato Juan XXIII."En tiempos recientes, el Concilio Vaticano II expresó el deseo de que la debida y respetuosa reverencia respecto al culto divino, se renovase de nuevo y se adaptase a las necesidades de nuestra época. Movido de este deseo, nuestro predecesor, el Sumo Pontífice Pablo VI, aprobó en 1970 para la Iglesia latina los libros litúrgicos reformados, y en parte, renovados. Éstos, traducidos a las diversas lenguas del mundo, fueron acogidos de buen grado por los obispos, sacerdotes y fieles. Juan Pablo II revisó la tercera edición típica del Misal Romano. Así los Pontífices Romanos han actuado "para que esta especie de edificio litúrgico (...) apareciese nuevamente esplendoroso por dignidad y armonía" (4)."En algunas regiones, sin embargo, no pocos fieles adhirieron y siguen adhiriendo con mucho amor y afecto a las anteriores formas litúrgicas, que habían embebido tan profundamente su cultura y su espíritu, que el Sumo Pontífice Juan Pablo II, movido por la preocupación pastoral respecto a estos fieles, en el año 1984, con el indulto especial "Quattuor abhinc annos", emitido por la Congregación para el Culto Divino, concedió la facultad de usar el Misal Romano editado por el beato Juan XXIII en el año 1962; más tarde, en el año 1988, con la Carta Apostólica "Ecclesia Dei", dada en forma de Motu proprio, Juan Pablo II exhortó a los obispos a utilizar amplia y generosamente esta facultad a favor de todos los fieles que lo solicitasen"."Después de la consideración por parte de nuestro predecesor Juan Pablo II de las insistentes peticiones de estos fieles, después de haber escuchado a los Padres Cardenales en el consistorio del 22 de marzo de 2006, tras haber reflexionado profundamente sobre cada uno de los aspectos de la cuestión, invocado al Espíritu Santo y contando con la ayuda de Dios, con las presentes Cartas Apostólicas establecemos lo siguiente:Art. 1.- El Misal Romano promulgado por Pablo VI es la expresión ordinaria de la "Lex orandi" ("Ley de la oración"), de la Iglesia católica de rito latino. No obstante el Misal Romano promulgado por San Pío V y nuevamente por el beato Juan XXIII debe considerarse como expresión extraordinaria de la misma "Lex orandi" y gozar del respeto debido por su uso venerable y antiguo. Estas dos expresiones de la "Lex orandi" de la Iglesia no llevaránde forma alguna a una división de la "Lex credendi" ("Ley de la fe") de la Iglesia; son, de hecho, dos usos del único rito romano.Por eso es lícito celebrar el Sacrificio de la Misa según la edición típica del Misal Romano promulgado por el beato Juan XXIII en 1962, que no se ha abrogado nunca, como forma extraordinaria de la Liturgia de la Iglesia. Las condiciones para el uso de este misal establecidas en los documentos anteriores "Quattuor abhinc annis" y "Ecclesia Dei", se sustituirán como se establece a continuación:Art. 2.- En las Misas celebradas sin el pueblo, todo sacerdote católico de rito latino, tanto secular como religioso, puede utilizar sea el Misal Romano editado por el beato Papa Juan XXIII en 1962 que el Misal Romano promulgado por el Papa Pablo VI en 1970, en cualquier día, exceptuado el Triduo Sacro. Para dicha celebración siguiendo uno u otro misal, el sacerdote no necesita ningún permiso, ni de la Sede Apostólica ni de su Ordinario.Art. 3.- Las comunidades de los institutos de vida consagrada y de las Sociedades de vida apostólica, de derecho tanto pontificio como diocesano, que deseen celebrar la Santa Misa según la edición del Misal Romano promulgado en 1962 en la celebración conventual o "comunitaria" en sus oratorios propios, pueden hacerlo. Si una sola comunidad o un entero Instituto o Sociedad quiere llevar a cabo dichas celebraciones a menudo o habitualmente o permanentemente, la decisión compete a los Superiores mayores según las normas del derecho y según las reglas y los estatutos particulares.Art 4.- A la celebración de la Santa Misa, a la que se refiere el artículo 2, también pueden ser admitidos -observadas las normas del derecho- los fieles que lo pidan voluntariamente.Art.5. §1.- En las parroquias, donde haya un grupo estable de fieles adherentes a la precedente tradición litúrgica, el párroco acogerá de buen grado su petición de celebrar la Santa Misa según el rito del Misal Romano editado en 1962. Debe procurar que el bien de estos fieles se armonice con la atención pastoral ordinaria de la parroquia, bajo la guía del obispo como establece el can. 392 evitando la discordia y favoreciendo la unidad de toda la Iglesia.§ 2.-La celebración según el Misal del beato Juan XXIII puede tener lugar en día ferial; los domingos y las festividades puede haber también una celebración de ese tipo.§ 3.- El párroco permita también a los fieles y sacerdotes que lo soliciten la celebración en esta forma extraordinaria en circunstancias particulares, como matrimonios, exequias o celebraciones ocasionales, como por ejemplo las peregrinaciones.§ 4.- Los sacerdotes que utilicen el Misal del beato Juan XXIII deben ser idóneos y no tener ningún impedimento jurídico. § 5.- En las iglesias que no son parroquiales ni conventuales, es competencia del Rector conceder la licencia más arriba citada.Art.6. En las misas celebradas con el pueblo según el Misal del Beato Juan XXIII, las lecturas pueden ser proclamadas también en la lengua vernácula, usando ediciones reconocidas por la Sede Apostólica.Art.7. Si un grupo de fieles laicos, como los citados en el art. 5, §1, no ha obtenido satisfacción a sus peticiones por parte del párroco, informe al obispo diocesano. Se invita vivamente al obispo a satisfacer su deseo. Si no puede proveer a esta celebración, el asunto se remita a la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei".Art. 8. El obispo, que desea responder a estas peticiones de los fieles laicos, pero que por diferentes causas no puede hacerlo, puede indicarlo a la Comisión "Ecclesia Dei" para que le aconseje y le ayude.Art. 9. §1. El párroco, tras haber considerado todo atentamente, puede conceder la licencia para usar el ritual precedente en la administración de los sacramentos del Bautismo, del Matrimonio, de la Penitencia y de la Unción de Enfermos, si lo requiere el bien de las almas.§2. A los ordinarios se concede la facultad de celebrar el sacramento de la Confirmación usando el precedente Pontifical Romano, siempre que lo requiera el bien de las almas.§3. A los clérigos constituidos "in sacris" es lícito usar el Breviario Romano promulgado por el Beato Juan XXIII en 1962.Art. 10. El ordinario del lugar, si lo considera oportuno, puede erigir una parroquia personal según la norma del canon 518 para las celebraciones con la forma antigua del rito romano, o nombrar un capellán, observadas las normas del derecho.Art. 11. La Pontificia Comisión "Ecclesia Dei", erigida por Juan Pablo II en 1988, sigue ejercitando su misión. Esta Comisión debe tener la forma, y cumplir las tareas y las normas que el Romano Pontífice quiera atribuirle.Art. 12. La misma Comisión, además de las facultades de las que ya goza, ejercitará la autoridad de la Santa Sede vigilando sobre la observancia y aplicación de estas disposiciones.Todo cuanto hemos establecido con estas Cartas Apostólicas en forma de Motu Proprio, ordenamos que se considere "establecido y decretado" y que se observe desde el 14 de septiembre de este año, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, pese a lo que pueda haber en contrario.


Dado en Roma, en San Pedro, el 7 de julio de 2007, tercer año de mi Pontificado.

sábado, 30 de mayo de 2009

PREPARAR Y DAR GRACIAS POR LA SANTA MISA



Por: Aldair Sánchez

La preparación y la acción de gracias para el santo sacrificio de la Misa han caído infortunadamente en desuso para un gran número de fieles y aún de eclesiásticos, quienes, muchas veces sin quererlo y por la falta de tiempo no rezan las debidas oraciones para disponer su alma a recibir al Señor Sacramentado y posteriormente no agradecen a Dios por tan magnífico Don.

Y es que se ha vuelto tristemente normal en los templos que lleguemos justo en el momento de empezar la santa misa y nos marchemos una vez el sacerdote concede la bendición final por no hablar de los que llegan a la iglesia a hablar con el vecino o conocido en el templo (o peor aún, a hablar por celular), olvidando que “la casa de Dios es casa de oración” y no una calle o club donde se pueda conversar y hacer vida social, en vez de dedicarse a orar y a prepararse para el santo sacramento del que se aprestan a participar. Dichas acciones sólo pueden reflejar dos cosas: que se ignore el carácter sobrenatural y sacrosanto de la Eucaristía o que uno sea un completo desagradecido con el Señor que nos convida a su sagrado banquete.

En cualquiera de los dos casos puede afirmarse que es prácticamente imposible celebrar con fruto el sacramento eucarístico si antes no se ha realizado una adecuada preparación. Si consideramos que celebrar la misa es participar de sacrificio de Cristo, que es como estar presente en el Calvario el día de la muerte del Santísimo Redentor, no cesaríamos de pedir insistentemente al Padre que a pesar de nuestra gran indignidad nos permita, como dice san Ambrosio, acercarnos ad mensam dulcíssimi convívii tui (a la mesa del dulcísimo banquete de Cristo). La Iglesia, nuestra madre y maestra, ha establecido hermosas oraciones de preparación para la santa misa. Entre ellas, recomiendo particularmente la oración de san Ambrosio y la oración de santo Tomás de Aquino, por las que se conceden tres años de indulgencia (Pío XI, 3 de octubre de 1936). Entre los salmos utilizados para la preparación se encuentran el 84, 85, 86, 116 y 130 (numeración fuera de paréntesis) así como el salmo 43 (Introíbo ad altare Dei) el cual es especialmente adecuado por su índole propia. La duración del tiempo de preparación es diferente para cada persona, pero es necesario que cada uno tome el tiempo suficiente para interiorizar las oraciones y lograr una verdadera disposición del espíritu.

Con respecto a la acción de gracias después de la Eucaristía bastaría citar a san Alfonso María de Ligorio cuando dice que “La acción de gracias después de la Misa no habría de terminar sino con el día. El tiempo que sigue a la Misa es tiempo de negociar con Dios y de hacerse con tesoros celestiales de gracias”. Según esto, no podemos abandonar el templo una vez termina la santa misa. Muchas veces no es suficiente para agradecer por el inmenso don de la comunión el breve momento de silencio que se hace en algunas parroquias, o el recitar las piadosas aspiraciones de Alma de Cristo...etc. Se hace entonces necesario que aún después de que ya haya concluido el santo sacrificio nos quedemos unos momentos a darle gracias a Jesús por tan hermoso regalo, porque ha querido hacerse alimento para nosotros, además de suplicarle por nuestras necesidades espirituales y materiales y pedirle que nos ayude a ser verdaderos sagrarios vivientes de su presencia ante el prójimo. No podemos ser indiferentes ante el gran milagro que encierra la misa, por eso debemos acostumbrarnos a dar gracias a Dios cada vez que recibimos el cuerpo de Su Hijo. Entre las oraciones establecidas para la acción de gracias después de la Eucaristía encontramos la oración de santo Tomás de Aquino y la de san Ambrosio (no confundir con las de preparación, que pertenecen a los mismos autores), así como el himno Adoro te devote del mencionado santo Tomás y la oración de oblación de sí mismo al Señor. Las mencionadas aspiraciones al Santísimo Redentor (Alma de Cristo) son también útiles, siempre y cuando se las recite meditándolas adecuadamente. Para el mismo fin podemos utilizar también la oración a Nuestro Señor Jesucristo Crucificado, a la Santísima Virgen y al Bienaventurado san José. Tocante a los textos bíblicos para la acción de gracias después de la misa se encuentran el cántico de los tres jóvenes (Daniel 3, 57-88. 56) y el salmo 150.

Como ha podido apreciarse, hay una riqueza inmensa de textos y oraciones que la Iglesia a través de los siglos ha recomendado para la preparación y acción de gracias para el santo sacrificio de la misa, sin embargo lo anterior no obsta para que del mismo modo que nos servimos de los textos elaborados por los grandes místicos de todos los tiempos también hablemos al Señor con las palabras que salen de nuestro corazón para pedirle y darle gracias por el incomparable regalo de amor que nos legó en el Santísimo Sacramento del Altar.

Nota: En la última edición colombiana del Misal Romano podemos encontrar algunas de las oraciones que aquí hemos recomendado tanto para preparación como para acción de gracias. Los textos se encuentran en uno de los apéndices de la obra.

viernes, 22 de mayo de 2009

¡¡ RENOVÁMOS COMPROMÍSOS !!

El pasado 25 de Mayo del presente, vísperas de la fiesta de Pentecostés, se reuniéron seis de los doce integrantes de Juventutem Colombia con el fin de renovar sus compromisos.

El encuentro se llevó a cabo en la Casa San Martín de Porres (Anolaima-Cundinamarca), perteneciente a la Fraternidad Sacerdotal San Pedro. La jornada se inició con la Santa Misa. Esta fue celebrada por el P. LOUIS BAUDON DE MONY COLCHEN, quien fue nombrado capellán del grupo. El P. Louis exhortó a los jóvenes presentes a continuar con su compromiso de santificación, y los encomendó al Espíritu Santo. Acto seguido, todos renovaron sus promesas.

JULIO VICENTE VEGA BARRERO, quien lleva a cabo su discernimiento vocacional en la Casa San Martín de Porres (FSSP), tomó el relevo del capítulo en tanto que director. Posteriormente, fueron recibidos dos nuevos integrantes, lo que nos
hace aún más numerosos.

Un nuevo año de existencia con nuevas expectativas.





COMPROMISOS 2009

lunes, 11 de mayo de 2009

El Papa se despide de Jordania impulsando el diálogo interreligioso y reconociendo la contribución de los cristianos al país


Con un gesto que se sale de las normas protocolarias, el Rey Abadlá II quiso despedir personalmente al Santo Padre en el Aeropuerto Internacional Reina Alia de Ammán, antes que despegara en un avión de la Royal Jordanian Airlines rumbo a Israel.



En el discurso de despedida, el pontífice recordó los momentos más importantes de su visita a este país, que había comenzado el 8 de mayo, destacando como "un día particularmente luminoso" el sábado pasado, cuando visitó la mezquita al-Hussein bin-Talal de Ammán y donde encontró a los jefes religiosos musulmanes.



"Deseo alentar a todos los jordanos, tanto cristianos como musulmanes, a edificar sobre los sólidos cimientos de la tolerancia religiosa que permite a los miembros de las diferentes comunidades vivir juntos en paz y respeto mutuo", dijo el Papa quien pronunció su discurso al lado del rey, a los pies de la escalera del avión.



El Santo Padre destacó en particular el compromiso del rey hachemita a favor del diálogo interreligioso y la consideración "que demuestra a favor de la comunidad cristiana de Jordania".
"Este espíritu de apertura no sólo ayuda a los miembros de las diferentes comunidades étnicas de este país a vivir en paz y concordia, sino que además ha contribuido a las iniciativas políticas de amplias miras promovidas por Jordania para construir la paz en todo Oriente Medio", aseguró.



Recordando que su visita era ante todo una peregrinación a los santos lugares, el Papa concluyó invitando a los católicos del país "a permanecer fieles a su compromiso bautismal, recordando que Cristo mismo recibió el bautismo de Juan en las aguas del río Jordán".
En los dos primeros días días en Jordania, el Papa visitó el Centro Nuestra Señora de la Paz para la rehabilitación de jóvenes discapacitados, así como el Monte Nebo desde el que Moisés contempló la tierra prometida. Bendijo, además, la primera piedra de la primera universidad católica del país en Madaba y visitó la mezquita nacional jordana, celebró las vísperas en la catedral greco-melquita de San Jorge.



Para mas informacion haz click sobre el titulo de nuestro artículo

martes, 28 de abril de 2009

Colombia: Presidente del Episcopado pide atender las causas del desplazamiento

tomado de Permalink: http://www.zenit.org/article-30974?l=spanish

Llama al Gobierno a cumplir con sus responsabilidades

BOGOTÁ, martes, 28 abril 2009 (ZENIT.org).- El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Rubén Salazar Gómez, aseguró que es necesario atender las causas que generan el desplazamiento forzado en el país, para dar una respuesta efectiva a esta problemática.

El anuncio se hizo en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en el marco de la realización del Seminario "Tierras y Desplazamiento Forzado", que forma parte de los informes de verificación en cumplimiento de la Sentencia T-025 de 2004, sobre los derechos de la población desplazada.

"La Corte constitucional ha planteado muy bien unas exigencias, que el Gobierno tendría que tenerlas más en cuenta. Nosotros estamos permanentemente llamando la atención sobre todo lo que implica la atención a los desplazados. Y por lo tanto en la medida de lo posible pidiendo al Gobierno que cumpla con sus responsabilidades", aseguró monseñor Salazar Gómez en diálogo con los periodistas, según informa la CEC.

"Somos conscientes que no es fácil porque es un número considerable de desplazados y por lo tanto las exigencias de reparación son altísimas. Se habla que el año pasado hubo cerca de trescientas mil personas desplazadas. Los problemas del país continúan y mientras no haya una solución a fondo de esta problemática seguirá habiendo desplazados", afirmó el presidente de la CEC.

Aprovechó para hacer un llamamiento al Gobierno nacional a tomar conciencia de la situación y a analizar las causas de fondo de esta problemática. "Si seguimos atacando sólo el efecto, que es el desplazamiento mismo, indudablemente que va a seguir presentándose y el problema va a ser cada día más grave", agregó.

Por su parte, el senador Juan Fernando Cristo, quien estuvo presente en el Seminario en la sede del Episcopado, criticó la manera como el Gobierno ha manejado el problema del desplazamiento.

Explicó que además de los miles de desplazados, le preocupa que haya seis millones de hectáreas de tierras en poder de los actores violentos.

"No hay política alguna de desplazamiento que pueda solucionar esta tragedia colombiana, si no hay una política de devolución de las tierras a esos desplazados y una política de retorno al campo de esos desplazados y garantía de no repetición por parte de los grupos armados al margen de la ley. Eso es lo que el Estado colombiano hoy no está en capacidad de ofrecer en muchas zonas del país", dijo el senador Cristo.

Agregó que el Gobierno pretende que "con un presupuesto oficial, unas colchonetas, unos mercados, una comida y una atención mínima, está resolviendo el problema del desplazamiento en Colombia. El problema es mucho más integral y amplio, más grave, atraviesa el conflicto armado. Es el despojo a las tierras de los desplazados".

Por solicitud de la Corte Constitucional, desde el año 2007, la Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado, ha venido desarrollando una serie de informes de verificación del cumplimiento de la Sentencia T-025 de 2004.

La Comisión de Seguimiento está integrada por el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS/Cáritas Colombiana); la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes); Plan Internacional; la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC); Viva la Ciudadanía; y el Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad (Dejusticia).

El Seminario se hizo en el Auditorio Regina Apostolorum con la participación de representantes del Congreso, la Iglesia Católica, académicos, líderes sociales y miembros de la comunidad internacional, quienes presentaron sus reflexiones sobre los derechos de la población desplazada, el despojo de tierras y la reparación a las víctimas del desplazamiento, y la aplicación de políticas públicas idóneas y eficaces.

México: La Iglesia llama a seguir las indicaciones sanitarias ante la influenza


tomado de Permalink: http://www.zenit.org/article-30975?l=spanish

Pide a las autoridades informar a las comunidades indígenas alejadas

CIUDAD DE MÉXICO, martes, 28 abril 2009 (ZENIT.org-El Observador).-En nombre de la Conferencia Episcopal de México, el secretario general de la misma ha emitido un comunicado, este lunes 27 de abril, exhortando a la población a seguir las medidas de salubridad indicadas por la Secretaría de Salud.

"La Secretaría de Salud -indica la nota- ha emitido un mensaje alertando a la población sobre el brote del virus de influenza, por lo que la Conferencia del Episcopado Mexicano hace un llamado a sus fieles y a la población en general para que sigan puntualmente las medidas de salubridad se han indicado".

"Las autoridades de salud -añade--, encabezadas por el secretario José Ángel Córdova Villalobos, han anunciado que la situación está bajo control, por tanto invitamos a asumir una actitud de prevención y seguir estrictamente las recomendaciones que periódicamente se den a conocer".

"Desde esta Institución, estaremos atentos a cualquier nueva información que se emita y confiamos en nuestras autoridades para que, cuanto antes, se erradique este brote epidemiológico", concluye la nota formada por el obispo auxiliar de Guadalajara José Leopoldo González, secretario general de la CEM.

Un día antes, el obispo auxiliar de Oaxaca Oscar Campos Contreras llamó a la sociedad a actuar responsable y solidariamente ante la emergencia sanitaria que vive el estado y el país por la influenza porcina.

El obispo auxiliar de Oaxaca pidió a las autoridades que informen amplia y oportunamente a las comunidades indígenas más alejadas sobre las medidas y precauciones que deben tomar para evitar contagios de influenza porcina.

En conferencia de prensa, el obispo puntualizó que, ante la enfermedad que amenaza a todos, es necesario estar atentos al cuidado de la salud personal y de la familia, "especialmente en los ambientes y sectores más vulnerables".

"No podemos permanecer pasivos ante la enfermedad y el dolor", subrayó el prelado al destacar la necesidad de permanecer informados y atentos a las indicaciones que emita el sector salud en el estado y la federación.

"Cuidarnos a nosotros mismos --dijo- es una manera de colaborar y ser solidarios con la salud de los demás, además de informar a otros, a quienes se les dificulta recibirla, y cuidar la limpieza del ambiente en el que nos desenvolvemos para evitar contagios".

"Creemos que no debe escatimarse ningún esfuerzo en la prevención al contagio y en la atención a los que ya están enfermos, para que pronto podamos ver superada esta emergencia", agregó.

Así mismo, destacó la colaboración de todos los sectores y organizaciones sociales, la cual indicó: "será decisiva, pues la salud, además de ser un bien personal, es un bien social que todos debemos cuidar en la medida de nuestra responsabilidad".

Finalmente, aseguró que en el caso de Oaxaca no se tiene previsto cerrar algunas iglesias, cancelar o modificar los servicios religiosos en tanto dura esta alerta.

Sin embargo, destacó que "la Iglesia Católica estará alerta a las indicaciones del sector salud para tomar las medidas necesarias en el momento adecuado".

Por su parte, el obispo de Cuernavaca, Florencio Olvera Ochoa, en la homilía tradicional del domingo, realizada en la catedral pidió a los fieles no caer en el pánico, a raíz de que en el distrito federal, estado de México y San Luis Potosí suspendieron las misas.

El obispo comentó: "En Morelos sólo han sido uno o dos casos de contagio, por lo que sugiero orar mucho por la salud de todos, especialmente por las víctimas, seamos solidarios con ellos".

Ante el clima de preocupación por la influenza sugirió cultivar la salud, "la salud es un don de Dios y tarea de todos, tomemos las precauciones, pero no caigamos en el pánico que agrava las crisis".

Pidió también acudir a misa, "nos hace falta, pero tomemos las siguientes precauciones: nos daremos la paz con una reverencia, a distancia, evitando contacto directo y sobre todo el saludo de beso".

martes, 14 de abril de 2009

EL HIJO PRÓDIGO


Regresar al Padre misericordioso

Lucas. 15, 11-32

Esta parábola resume los diversos temas y mensajes de las parábolas de conversión y perdón que hemos visto anteriormente.

Es una radiografía de todo el proceso de la conversión.


PRIMER MOMENTO: PECADO

1. “Un hombre tenia dos hijos”: Paternidad divina y fraternidad humana.

El mundo de la gracia esta construido sobre un esquema de familia: consiste en la paternidad de Dios y en la fraternidad de todos los hombres redimidos por Cristo.

2. “El menor dijo a su padre: Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde”:

Ruptura con el padre y con los hermanos.

Dentro del cuadro de familia cimentado sobre la gracia, el pecado supone una ruptura con el Padre y con los hermanos.

3. “Y el padre les repartió sus bienes”. Respeto a la libertad.

La conducta transigente del padre expresa de algún modo la lógica de libertad con que gobierna Dios a los hombres; no quiere esclavos sino hijos.

4. “Se fue a un país lejano”. El pecado es alejamiento de Dios.

El pecado se completa a través de un doble movimiento: dar las espaldas a Dios y volverse a las criaturas, entregándose al disfrute desordenado de las cosas de Dios en contra de Dios mismo.

5. “Malgastó todos sus bienes”. El pecado es la ruina de todos los valores.

El pecado reporta como triste consecuencia la quiebra y la perdida de los valores espirituales y humanos. El hombre retrocede a actitudes de animalidad.


SEGUNDO MOMENTO: ANGUSTIA, DOLOR DE CORAZÓN

1. “Comenzó a sufrir privaciones”: Experiencia de carencia y angustia producida por el pecado.

El pecado provoca estados negativos de vacío y penuria que pueden causar reacciones saludables hacia la reconquista de los valores perdidos.

2. “Entonces fue y se puso al servicio de uno de los habitantes”: Evasión y búsqueda de alternativas de Dios.(alienaciones)

El primer efecto del estado de angustia producido por el pecado puede ser embarcarse hacia nuevas lejanías y buscar sucedáneos del bien infinito que se ha perdido.

3. “Lo envió a su campo para cuidar los cerdos. El hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas”. Esclavitud y abyección.

El pecado termina en la esclavitud.”El que peca se hace esclavo del pecado” Juan.8,34.

4. “Pero nadie se las daba”: El pecado aisla, vacío y soledad.

Por mucho que se engañe con sus evasiones, no puede el hombre recibir de los sucedaneos de Dios lo que sólo Dios puede darle. El alejamiento de Dios conduce a la nada y al hambre total.


TERCER MOMENTO: ARREPENTIMIENTO, REGRESO Y CONVERSIÓN

5. “Entonces volvió en sí”: De la angustia a la reflexión y de la reflexión a descubir su verdadera identidad como hijo de Dios.

A través de las experiencias negativas derivadas del pecado, el Padre misericordioso revierte la situación y extrae de ella siempre un bien mayor. En este caso ha ido preparando el retorno del hijo rebelde.

lunes, 13 de abril de 2009

EL SANTO TRIDUO PASCUAL Y LA INDULGENCIA PLENARIA


Durante la Semana Santa podemos ganar para nosotros o para los difuntos el don de la Indulgencia Plenaria si realizamos algunas de las siguientes obras establecidas por la Santa Sede.


Obras que gozan del don de la Indulgencia Plenaria en Semana Santa:

Jueves Santo

1. Si durante la solemne reserva del Santísimo Sacramento, que sigue a la Misa de la Cena del Señor, recitamos o cantamos el himno eucarístico del "Tantum Ergo" ("Adorad Postrados").

2. Si visitamos por espacio de media hora el Santísimo Sacramento reservado en el Monumento para adorarlo.

Viernes Santo

1. Si el Viernes Santo asistimos piadosamente a la Adoración de la Cruz en la solemne celebración de la Pasión del Señor.

Sábado Santo

1. Si rezamos juntos el rezo del Santo Rosario.

Vigilia Pascual

1. Si asistimos a la celebración de la Vigilia Pascual (Sábado Santo por la noche) y en ella renovamos las promesas de nuestro Santo Bautismo.


Condiciones:

Para ganar la Indulgencia Plenaria además de haber realizado la obra enriquecida se requiere el cumplimiento de las siguientes condiciones:

a. Exclusión de todo afecto hacia cualquier pecado, incluso venial.

b. Confesión sacramental, Comunión eucarística y Oración por las intenciones del Sumo Pontífice. Estas tres condiciones pueden cumplirse unos días antes o después de la ejecución de la obra enriquecida con la Indulgencia Plenaria; pero conviene que la comunión y la oración por las intenciones del Sumo Pontífice se realicen el mismo día en que se cumple la obra.

Es oportuno señalar que con una sola confesión sacramental pueden ganarse varias indulgencias. Conviene, no obstante, que se reciba frecuentemente la gracia del sacramento de la Penitencia, para ahondar en la conversión y en la pureza de corazón. En cambio, con una sola comunión eucarística y una sola oración por las intenciones del Santo Padre sólo se gana una Indulgencia Plenaria.

La condición de orar por las intenciones del Sumo Pontífice se cumple si se reza a su intención un solo Padrenuestro y Avemaría; pero se concede a cada fiel cristiano la facultad de rezar cualquier otra fórmula, según su piedad y devoción.

domingo, 12 de abril de 2009

DOMINGO DE PASCUA


La Vigilia Pascual
Sentido y Hora de la Vigilia:

1. «Según una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor, y la Vigilia que tiene lugar en la misma, conmemorando la noche santa en la que el Señor resucitó , ha de considerarse como "la madre de todas las santas Vigilias". Durante la vigilia, la Iglesia espera la resurrección del Señor y la celebra con los sacramentos de la iniciación cristiana» .

2. «Toda la celebración de la Vigilia pascual debe hacerse durante la noche. Por ello no debe escogerse ni una hora tan temprana que la Vigilia empiece antes del inicio de la noche, ni tan tardía que concluya después del alba del domingo. Esta regla ha de ser interpretada estrictamente. Cualquier abuso o costumbre contraria que se haya introducido y que suponga la celebración de la Vigilia Pascual a la hora en la cual habitualmente, se celebran las misas vespertinas antes del domingo han de ser reprobadas» .

3. En la Didascalia de los Apóstoles leemos: «Durante toda la noche permaneced reunidos en comunidad, no durmáis, pasad toda la noche en vela, rezando y orando, leyendo los profetas, el evangelio y los salmos con temor y temblor, en un clima de súplica incesante, hasta la tercera vigilia de la noche, después del sábado...Ofreced después vuestro sacrificio. Alegraos entonces y comed, llenaos de gozo y de júbilo porque Cristo ha resucitado, como prenda de vuestra resurrección» . Tal vez no sea posible realizar una vigilia total en muchas de las parroquias y comunidades cristianas, pero al menos no tendría que reducirse demasiado la duración de esta Vigilia. En una sociedad en que las celebraciones festivas nocturnas son comunes, ¿tenemos miedo a dedicar una noche a velar con el Señor Jesús en su paso de la muerte a la Vida?

Celebración de la Vigilia:

1. «La Vigilia Pascual tiene la siguiente estructura: después del Lucernario y del Pregón Pascual (que forman parte de la primera parte de la Vigilia), la Santa Iglesia contempla las maravillas que Dios ha hecho a favor de su pueblo desde los comienzos (segunda parte o liturgia de la Palabra), hasta que, junto con los nuevos miembros renacidos por el Bautismo (tercera parte), es invitada a la mesa, preparada por el Señor para su pueblo memorial de su muerte y resurrección, en espera de su nueva venida (cuarta parte). Nadie está autorizado a cambiar a su arbitrio esta estructura del rito» .

2. Sobre la estructura de la Vigilia Pascual es bueno tener presente:

a. Primera Parte: El Lucernario.

- El lugar adecuado para el Lucernario es fuera de la Iglesia. Se ha de preparar una buena hoguera (y no una pequeña fogata), destinada a la bendición del fuego nuevo, cuyo resplandor debe ser tal que disipe las tinieblas e ilumine la noche.

- Prepárese el Cirio Pascual, que para la veracidad del signo, ha de ser de cera (nunca ficticio), nuevo cada año (la Pascua es novedad y por ello no deben usarse los Cirios Pascuales de años anteriores), relativamente grande, para que pueda evocar que el Señor Jesús es la luz del mundo. La bendición del Cirio Pascual se hará con los signos y palabras propuestos por el Misal.

- De allí habrá de ordenarse la procesión hacia la Iglesia. El Cirio Pascual va por delante, el pueblo sigue al Cirio Pascual encendido, que durante la procesión ha de ser el único prendido. Del mismo modo que los hijos de Israel en el desierto, durante la noche, eran guiados por una columna de fuego, así los cristianos siguen a Cristo resucitado.

- En la puerta de la iglesia los fieles cristianos van encendiendo sus cirios particulares del Cirio Pascual. Es un símbolo muy expresivo de que la Pascua de Cristo tiene que ser también Pascua nuestra, y todos estamos llamados a participar de su Luz y de su Vida.

- La procesión entra al templo con las aclamaciones a Cristo: "Luz de Cristo. Demos gracias a Dios", y las luces del templo se van progresivamente encendiendo.

- Concluye la primera parte con el canto solemne del Pregón Pascual: El "Exultet". Es un hermoso anuncio lírico de lo que va a ser la fiesta de esta noche. Un invitatorio a la alegría de todo el cosmos y de la comunidad, porque es la noche de la Vida y de la Reconciliación definitivas.


b. Segunda Parte: La Liturgia de la Palabra.

- Esta noche santa, las lecturas tienen una coherencia muy cuidada entre ellas. Se presentan como una clave para entender al Señor Jesús y su misterio y para entender toda la historia de la salvación desde Cristo. El proclamarlas muy cerca del Cirio Pascual, símbolo de Cristo, así lo resalta.

- «En la Vigilia Pascual de la noche santa, se proponen siete lecturas del Antiguo Testamento, que recuerdan las maravillas de Dios en la historia de la salvación, y dos lecturas del Nuevo, a saber, el anuncio de la resurrección según los tres evangelios sinópticos, y la lectura apostólica sobre el bautismo cristiano como sacramento de la resurrección de Cristo» Las lecturas van acompañadas de un salmo o cántico de meditación que prolonga su idea central en clima de oración. Cada bloque de lectura y canto concluye con una oración. Estas oraciones son muy antiguas, datan del S. VII y están tomadas del Sacramentario Gelasiano. Así la estructura de la Liturgia de la Palabra adquiere un carácter de diálogo: Dios que toma la iniciativa en la historia de la salvación, nos revela cuál es su Plan de Amor sobre nosotros y como lo ha ido desplegando a través de la historia. Y nosotros que acogemos su iniciativa salvadora, su Palabra de vida y la meditamos en el corazón siguiendo el ejemplo de Santa María, la gran cooperadora de los planes de Dios y la oyente por excelencia de la Palabra.

- Terminadas las lecturas del Antiguo Testamento, y para subrayar el paso del Antiguo al Nuevo Testamento, se canta el himno del "Gloria" mientras se hacen sonar las campanas, se encienden los cirios del altar (los cuales deben ser más numerosos que de costumbre) y se colocan flores en el altar. Terminado el canto del "Gloria", el sacerdote dice la oración colecta.

- De ahí todos toman asiento y se lee la Epístola. Al final de la misma todos se levantan y el sacerdote entona por tres veces el "aleluya", elevando gradualmente la voz y repitiéndolo la asamblea. Este canto del "aleluya" se puede repetir varias veces por parte de la asamblea mientras un salmista va cantando el Salmo 117. Sigue el anuncio de la Resurrección del Señor con la lectura del Evangelio, culmen de toda la liturgia de la Palabra. Después se tiene una homilía breve.


c. Tercera Parte: Liturgia Bautismal.

- Después de escuchar la Palabra de Dios, pasamos a celebrar los sacramentos pascuales. El mismo misterio de la Pascua del Señor Jesús que nos han proclamado las lecturas y con el que ya hemos entrado en comunión por una escucha atenta y una acogida de fe, lo vamos a celebrar ahora con los signos sacramentales.

- Un sentido de conveniencia pastoral dirá a cada comunidad si es momento apropiado, éste de la noche vigilar, para celebrar algún bautismo, sobre todo de adultos. En el caso de niños párvulos, habría que tener en cuenta su situación y la de sus familiares, para, tal vez, reservar la celebración de este sacramento para la Misa de la mañana del domingo de Pascua.

- Actualmente, la estructura de la celebración bautismal es:

a. Las letanías de los santos (si va a haber bautismo), invocando su protección sobre los que se van a bautizar, y añadiendo a la lista algunos más propios de la Iglesia local, o también reflejando los nombres que se van a imponer a los bautizados. Las letanías se cantan de pie, no de rodillas.

b. La bendición del agua: la larga si hay fuente bautismal, y la corta si no la hay, ni va a haber bautizos. Más que bendecir agua, es bendecir a Dios Amor por lo que en la historia de la salvación ha hecho por medio del agua, desde la creación y el paso por el Mar Rojo hasta el bautismo de Jesús en el Jordán, pidiéndole que hoy también a través del agua actúe su Espíritu de vida sobre los bautizados y la Iglesia. Esta invocación del Espíritu la puede realizar el sacerdote, si lo cree oportuno introduciendo una o tres veces el Cirio Pascual en el agua.

c. Se tienen eventualmente los bautizos (y confirmaciones cuando es el caso de adultos que se bautizan).

d. Toda la comunidad, con las velas de nuevo encendidas en las manos hace la renovación de las promesas bautismales, recordando el propio bautismo.

e. A este renovación le sigue el gesto de la aspersión, con un canto bautismal. Es un gesto simbólico que luego, durante todos los domingos del año, pero sobre en los domingos de Pascua se puede ir repitiendo como rito inicial de la Eucaristía que sustituye al rito penitencial.

f. El rito bautismal concluye con la Oración universal, con la que el pueblo cristiano, empezando por adultos recién bautizados, ejercitan su "sacerdocio bautismal".


d. Cuarta Parte: La Eucaristía Pascual.

- La comunidad cristiana, iluminada por la Palabra, rejuvenecida por el agua bautismal o su recuerdo, se sienta ahora a la mesa festiva de la Pascua, en la que su Señor la invita a participar de su Cuerpo y de su Sangre. Con la Eucaristía se termina el ayuno cuaresmal: Jesús se da a sí mismo como alimento de vida eterna a su Iglesia.

- La Eucaristía es el punto culminante de toda la Vigilia. Todo hasta este momento debe haber señalado a esta dirección, creciendo en intensidad: «la celebración de la Eucaristía es el punto culminante de la Vigilia porque es el sacramento pascual por excelencia, memorial del sacrificio de la Cruz, presencia de Cristo resucitado, consumación de la iniciación cristiana y pregustación de la pascua eterna» .

- Por tanto «hay que poner mucho cuidado para que la liturgia eucarística no se haga con prisa. Es conveniente que todos los ritos y las palabras que los acompañan alcancen toda su fuerza expresiva: la oración de los fieles...la procesión de las ofrendas, en la que conviene participen los néofitos, si los hay; la plegaria eucarística primera, segunda o tercera, a ser posible cantada, con sus embolismo propios, la comunión eucarística, que es el momento de la plena participación en el misterio que se celebra»

-Al final antes del "podéis ir en paz, aleluya, aleluya", debe añadirse, aunque el Misal no lo proponga, el canto del "Regina caeli" u otro saludo a la Madre del Resucitado, dirigiéndose hacia su imagen. El canto puede introducirse con la siguientes palabras u otras parecidas:

En el día de Pascua la comunidad cristiana, dirigiéndose a la Madre del Señor, la invita a alegrarse: ¡ Reina del cielo, alégrate Aleluya! Así recuerda el gozo de María por la resurrección de Jesús, y prolonga en el tiempo el "¡Alégrate!" que le dirigió el ángel en la Anunciación, para que se convirtiera en "causa de alegría" para la humanidad entera. Saludemos a María nuestra Madre cantando el , Regina caeli.


Misa del Día de Pascua

1. «La Misa del día de Pascua se debe celebrar con la máxima solemnidad. En lugar del acto penitencial, es muy conveniente hacer la aspersión con el agua bendecida durante la celebración de la Vigilia...Con la misma agua bendecida conviene llenar los recipientes (pilas) que se hallan a la entrada de la iglesia» .

2. El Cirio Pascual, que tiene su lugar propio junto al ambón o junto al altar, enciéndase al menos en todas las celebraciones litúrgicas de una cierta solemnidad en este tiempo, tanto en las Misas, como en Laudes y Vísperas, hasta el domingo de Pentecostés. Después ha de trasladarse al baptisterio y mantenerlo con todo honor, para encender en él el cirio de los nuevos bautizados. En las exequias, el Cirio Pascual se ha de colocar junto al féretro, para indicar que la muerte del cristiano es su propia Pascua. El Cirio Pascual, fuera del tiempo pascual, no ha de encenderse ni permanecer en el presbiterio» .

sábado, 11 de abril de 2009

SEGUNDO DÍA DEL TRIDUO PASCUAL: SÁBADO SANTO


1.«Durante el Sábado Santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y su muerte, su descenso a los infiernos y esperando en la oración y el ayuno su resurrección» .

2. La Cruz debe seguir entronizada desde ayer, iluminada, y con un laurel de victoria.

3. Se recomienda en este día la celebración del Oficio de Lectura y de los Laudes. Al final de dicha oración se puede hacer la recepción de los óleos que se han consagrados en la Misa Crismal.

4. Cuando no sea posible la celebración del Oficio de Lectura y de los Laudes, hay que preparar una celebración de la Palabra o un ejercicio de piedad que corresponda al misterio de este día, como pueden ser: la veneración a la imagen del Señor Crucificado, o a la Imagen del Señor en el sepulcro, así como a la imagen de la Santísima Virgen de los Dolores.

5. En este día sería oportuno que se organizara, alguna oración de tono mariano, acompañando a María, la Madre que vela junto a la tumba de su Hijo. Si en el Adviento y la Navidad, mirábamos a Santa María tan frecuentemente como modelo de espera y acogida del Mesías, es lógico que la que estuvo al pie de la Cruz, y luego en la alegría de la Pascua y en la espera del Espíritu Santo en Pentecostés, sea recordada en días como éste del Sábado Santo. Así podemos hacer memoria de María con el rezo del "Stabat Mater" y del Santo Rosario (los misterios dolorosos). Pero caben otras oraciones, lecturas y cantos sobre su presencia junto al sepulcro de su Hijo, sobre su fe y esperanza invictas.

6. Hoy la Iglesia se abstiene absolutamente del sacrificio de la Misa. La sagrada comunión puede darse sólo como viático. No se concede celebrar el matrimonio, ni administrar otros sacramentos, a excepción del Sacramento de la Reconciliación y la Unción de los Enfermos.

7. En la mañana del Sábado Santo, se pueden realizar algunos de los ritos preparatorios de los bautizos que se habrán de tener en la Vigilia Pascual o en la mañana de Pascua en una celebración sencilla que introduzca más conscientemente en el misterio que se va a celebrar. Se pueden adelantar en esta celebración, por ejemplo, algunos aspectos del bautismo, como la entrega del Símbolo o Credo, el rito del "effetá", la elección del nombre cristiano y la unción con el óleo de los catecúmenos, como sugiere el Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos, N. 26.

8. Es bueno en este día instruir a la comunidad sobre la naturaleza del Sábado Santo. Es un día de meditación y silencio: el Señor Jesús está en el sepulcro, ha bajado al lugar de los muertos, a lo más profundo a donde puede bajar una persona. Y junto a Él, está la Iglesia, nutriendo su fe y esperanza en la victoria pascual, del corazón creyente de la Santísima Virgen.

9. Este día es ideal para desarrollar una catequesis sobre el artículo de fe que rezamos en el Credo: "descendió a los infiernos". Para ello se recomienda desarrollar los números 631-637 del Catecismo de la Iglesia Católica.

viernes, 10 de abril de 2009

PRIMER DÍA DEL TRIDUO PASCUAL: VIERNES SANTO


Celebración de la Pasión del Señor

Constituye propiamente el primer día del Triduo Pascual. Para una buena celebración de la Pasión del Señor se deben tener en cuenta los siguientes principios:

1. El viernes Santo es día de penitencia obligatorio para toda la Iglesia y por tanto hay que guardar en este día la abstinencia y el ayuno, y según la oportunidad también el Sábado Santo hasta la Vigilia pascual. El ayuno de estos dos días es además de penitencial, celebrativo, ritual, y contemplativo del misterio de la Cruz. Si bien es personal es sobre todo comunitario: la comunidad ayuna en la espera de su Señor Resucitado. Es toda la persona la que celebra la Pascua, no sólo la mente y el espíritu sino también el cuerpo. No hay que olvidar que el ayuno tiene en la espiritualidad cristiana un gran valor: en una sociedad marcada por el consumismo y lo superfluo, es un medio para vivir la ascesis, el autocontrol, el señorío de sí mismo, y para ver en los bienes de este mundo su carácter perecedero y pasajero.

2. La Iglesia, siguiendo una antiquísima tradición, en este día no celebra la Eucaristía y la Sagrada Comunión sólo se distribuye a los fieles durante la celebración de la Pasión del Señor. Sin embargo los enfermos que no puedan participar en dicha celebración pueden recibirla a cualquier hora del día.

3. Esta prohibido celebrar en este día cualquier sacramento, a excepción de la Reconciliación y de la Unción de los Enfermos. Las Exequias, si las hubiese, han de celebrarse sin canto, ni instrumentos. Se recomienda que en este día se celebre en las iglesias el Oficio de Lectura y los Laudes con participación de la comunidad.

4. No tenemos Eucaristía pero sí una celebración litúrgica de la Muerte del Señor, una celebración de la Palabra que concluye con la adoración de la Cruz y con la comunión eucarística. Es una celebración sencilla, sobria, centrada en la muerte del Señor Jesús. Su estructura está bien pensada, aparece equilibrada, con proporción entre la dimensión de escucha de la Palabra de Dios y la acción simbólica de la adoración de la Cruz y su veneración con el beso personal de todos. Lo importante es saber captar la dinámica de esta celebración y aprovechar espiritualmente toda su fuerza en la misma celebración:

- Proclamamos el misterio de la Cruz, en las lecturas de la Palabra de Dios.
- Invocamos la salvación del mundo por la fuerza de esa Cruz.
- Adoramos la Cruz del Señor Jesús.
- Y finalmente participamos del misterio de esa Cruz, del Cuerpo entregado, comulgando de él.

La Pasión de Cristo es pues, proclamada, invocada, venerada y comulgada.

5. Sobre la hora de los Oficios de la Pasión: «La celebración de la Pasión del Señor ha de tener lugar después del mediodía, cerca de las tres. Por razones pastorales, puede elegirse otra hora más conveniente para que los fieles puedan reunirse más fácilmente...pero nunca después de las nueve de la noche».

6. Sobre la estructura de la celebración es bueno tener presente:

a. La Entrada

- No hay canto de entrada. Sale el sacerdote con sus ministros, con vestidos de color rojo porque celebramos la muerte martirial de Cristo. El Misal dice que el sacerdote, después de hacer la reverencia al altar, se postra en el suelo o se arrodilla. Es preferible la opción de la postración: «esta postración, que es un rito propio de este día, se ha de conservar diligentemente por cuanto significa tanto la humillación del hombre terreno, cuanto la tristeza y el dolor de la Iglesia» . Los demás se arrodillan a la postración del sacerdote y oran todos en silencio por unos instantes. La oración con la que termina el rito de entrada, es mejor decirla desde el mismo lugar donde ha estado postrado el sacerdote y se puede elegir entre dos opciones que presenta el Misal. La primera apunta a que ya estamos celebrando la Pascua; la segunda compara los efectos de la Pasión del Señor Jesús con los del pecado del primer Adán.

b. Liturgia de la Palabra

- Las lecturas de este día han de ser leídas por entero. El salmo y el canto que precede al Evangelio, deben cantarse como de costumbre.

- La lectura de la Pasión según San Juan, el único apóstol que estuvo al pie de la Cruz con Santa María y las santas mujeres, se canta o se proclama del mismo modo que se ha hecho en el domingo de Ramos. Esta lectura impresionante constituye el centro de la celebración de este día.

- Después de la lectura de la Pasión se tendrá una breve homilía para resumir y aplicar a nuestra vida la gran lección de la Cruz y al final de la misma los fieles pueden ser invitados a permanecer en oración silenciosa durante un breve espacio de tiempo. Es bueno recordar que la proclamación de las lecturas de la Palabra viva de Dios, es ya presencia sacramental del acontecimiento de la Cruz y no un mero recuerdo. Es proclamación y comunicación de la Cruz, del amor del triunfo de Cristo contra el pecado y la muerte.

c. La Oración Universal

- La de este día es la más solemne y clásica. Es universal, rogando por las diversas categorías de personas. Con la confianza puesta en el Señor que muere en la Cruz, que es nuestro Mediador y nuestro Sumo y Eterno Sacerdote, pedimos al Padre la salvación para todo el mundo. Estas oraciones «expresan el valor universal de la Pasión de Cristo, clavado en la Cruz para la salvación de todo el mundo» . Actualmente esta Oración del Viernes Santo tiene cuatro intenciones por la Iglesia, otras cuatro por los creyentes o no creyentes, y dos por los gobernantes y los que sufren de alguna manera. Su estructura no admite modificaciones o inclusiones de propia iniciativa, salvo que el Ordinario del lugar por alguna causa justa y de necesidad pública disponga la inclusión de alguna petición.

d. La Adoración de la Cruz

- En la adoración de la Cruz, «úsese una Cruz suficiente, grande y bella. De las dos formas que se proponen en el Misal para mostrar la Cruz, elíjase la que se juzgue más apropiada. El rito ha de hacerse con esplendor digno de la gloria del misterio de nuestra salvación; tanto la invitación al mostrar la Cruz, como la respuesta del pueblo, háganse con canto, y no se omita el silencio de reverencia que sigue a cada una de las postraciones, mientras el sacerdote celebrante, permaneciendo de pie, muestra en alto la Cruz».

- «Cada uno de los presentes del clero y del pueblo se acercará a la Cruz para adorarla, dado que la adoración personal de la Cruz es un elemento muy importante de esta celebración y únicamente en el caso de una extraordinaria presencia de fieles se utilizará el modo de la adoración hecha por todos la vez» .

- Se debe usar una sola Cruz para la adoración tal como lo requiere la verdad del signo. Es muy recomendable que durante la adoración se canten las antífonas, los improperios y el himno que se encuentran en el Misal Romano, o bien otros cantos adecuados.

- Hoy es un día en que sería lógico un recuerdo mariano en honor a Santa María, la Mujer fuerte de la fe, que estuvo al pie de la Cruz de su Hijo. Por ello sería loable añadir al final de la adoración de la Cruz, una pequeña conmemoración de la Virgen María, la Madre dolorosa, la cual puede hacerse con la siguiente monición:

"Hermanos: hemos adorado solemnemente la Cruz, en la cual el Señor Jesús, muriendo nos reconcilió. También María estaba junto a la Cruz del Hijo, uniéndose a su sacrificio, cooperando con amor de Madre a nuestra salvación. En aquel momento la espada profetizada por Simeón le traspasó el corazón y aquélla fue la hora de la cual le había hablado Jesús en Cana. Junto a la Cruz, la Madre fuerte en el inmenso dolor que sufría con el Hijo Único, nos da a luz a la vida de la gracia y de la reconciliación. Nosotros que hemos celebrado la Pasión del Hijo, recordemos también el dolor fecundo de la Madre. Cantemos..."

e. La Comunión del Viernes Santo

- El Viernes Santo no celebramos la Eucaristía. Pero desde hace siglos se ha introducido la comunión. Por ello, como quiera que en este día no hay celebración de la Eucaristía, se ha tenido que consagrar en la del Jueves Santo las Hostias necesarias para la comunión del Viernes. De ahí que la celebración de este día se llame "misa de presantificados", porque se comulga con un Pan Eucarístico consagrado antes.

- Terminada la adoración de la Cruz, y el recuerdo mariano, el sacerdote va a recoger por el camino más corto el Santísimo Sacramento de la reserva y mientras tanto los demás ministros revisten el altar con el mantel, los cirios, el corporal y el Misal.

- Una vez puesto el copón con las Hostias consagradas sobre el altar, el sacerdote canta o reza la invitación al Padre Nuestro que es rezado o cantado por todos. No se da el signo de la paz y la comunión se desarrolla tal como está descrita en el Misal. Terminada la distribución de la comunión, el copón se lleva nuevamente a su reserva.

- Terminada la celebración se despoja el altar, dejando la Cruz con cuatro candelabros en un lugar adecuado de la iglesia para que todos puedan adorarla, besarla y permanecer en oración y meditación delante de ella.

7. «Los ejercicios de piedad...no se pueden descuidar (este día de Viernes Santo), dada su importancia pastoral» . Hoy es uno de los días del año en que más hay que esforzarse por buscar un equilibrio entre la liturgia y las devociones de religiosidad popular, conjugando su horario y también su lenguaje. Entre estos ejercicios de piedad popular están: el Vía Crucis, el Sermón de las Siete Palabras del Señor Jesús en la Cruz; las procesiones del Viernes Santo con los "pasos" de Cristo y de su Madre que representan las diversas escenas y momentos de la Pasión; los recuerdos de los dolores de la Santísima Virgen María, entre otros.